Vistas de página en total

lunes, 21 de abril de 2014

Disculpen las molestias, por favor

Lectores, siento mucho no haber subido nada durante todo este tiempo. Tenía el ordenador roto y no podía hacer nada. Espero que os guste y que comentéis :))
Tengo que dar gracias, unas enormes gracias a Carlota García Rivas, ya que ella ha sido la que me ha inspirado en realizar esta novela. Besos desde aquí, Jaén, Carlota <3

Capítulo 3


Marcos se fue. Me senté en el sofá y cogí el teléfono. Llamé a su hermana, ya que vivía por esta zona y así podría hacer algo en vez de aburrirme.
*Llamada telefónica
-Martina al habla, ¿quién es?
-¿Martina me conoces?
-No
-Mira que...¡Soy Erin!
-¡Oh Dios Mío!¡Erin, que tal!¡Cómo te va la vida! Cuanto tiempo
-Oh, me va estupendamente, ¿tienes día libre?
-Si, ahora mismo estaba saliendo de casa, ¿quieres algo?
-Nada, es para poder ir a verte. Pero vamos, que si estas ocupada o vas a algún sitio, voy otro día y ya esta...
-Mira, ¿sabes donde está Cofee Show?
-Bueno...ya me buscaré la vida
-Vale, ve hacia allá, que ya llego yo
-Bueno, allí nos vemos
-Venga, ¡adiós guapísima!
-¡Adiós!
Dejé el teléfono en la mesita y fui corriendo a mi habitación. Cogí lo primero que pillé. Me puse una sudadera de *The Rolling Stones*, unos vaqueros rotos y unas Vans. Cogí mi móvil y me encontré las llaves del coche de Marcos. Dudé un momento en coger sus llaves. Las cogí y salí corriendo, con la mala conciencia de que había robado. Me monté y me dirigí en dirección a la nada, porque en realidad no tenía ni puñetera idea de donde ir. Después de 15 minutos buscando por todos sitios, encontré el Cofee Show. Desde la ventana veía a Martina. No sabía en realidad lo que había hecho, solo que la había cagado en ese mismo instante. Aparcando en frente del Cofee Show he hecho un rasguño en la parte de la puerta. Marcos se entera y me mata. Salí del coche y entré en la cafetería.

[…]
-Cariño, ¿y como que estás aquí?
-Me he venido a vivir con tu hermano
*Me miró extrañada*
-¿Cómo que estás viviendo con mi hermano?No te entiendo...
-Mal pensada..., estoy buscando a mi madre
-Aaaaahh!-dijo aliviada
-¿Cómo que aaahh?
-Nada, nada...¿Buscar a tu madre?Pensé que no te gustaría saber nada de ella
-No es eso...es que hace nada me he enterado de que mi madre me ha estado ocultando algo
-¡Venga ya!
*Asentí*
-Qué fuerte...-dijo echándose hacia atrás del sofá
Miré el reloj
-Bueno chica, que ya me tengo que ir, que es muy tarde
-Vale, te pago todo
-¡Martina!
-¿Qué he dicho?
-Yo me pago lo mío
-Encima que no nos veíamos desde hace unos 3 años...te debo algo
-Martina, no digas tonterías
-Nah, venga te pago como buena amiga que soy
-Esta vez te escapas
-Y todas las veces
*Reí*
-Venga adiós
-Adiós

Me dirigí al coche y vi a un vagabundo robando a una señora. La señora pedía auxilio. Me dirigí hacia la muchacha. Ayudé a la chica y me miró. No era una jovenzuela. Tendría unos cuarenta y pocos años. Me miró horrorizada y por unos momentos pensé que tendría algo en la cara. Cogí mi móvil y vi mi reflejo. Nada. Quité la pantalla del móvil de mi cara. Y vi a la mujer corriendo. Subí al coche y me dirigí a casa.

                                                             […]

Estuve pensando toda la noche sobre aquella mujer corriendo. Esa imagén vagaba por mi mente una y otra vez. Me sonaba bastante su cara, pero ¿quién es? Marcos llegó a casa y le miré. No estaba cabreado ni nada. Puf, ¿se habrá dado cuenta del rasguño? ¿Qué pasará si se lo digo?