Vistas de página en total

domingo, 4 de mayo de 2014

Capítulo 4


-¿Cómo has pasado el día?-dijo dirigiéndose a la cocina
-Nah, he quedado con tu hermana y hemos charlado
-Ah, que bien
-Si genial-dije pensando en lo del coche
-¿Qué ha pasado?
¡Mierda, mierda, mierda! Disimulas genial...
-Nada...
-Venga va, Erin, que ha pasado
Me puse de los nervios ¡Joder, y que le digo yo ahora!
-Pues..eh...que he visto un modelito en una tienda muy fashion y una mujer se lo ha llevado
Puf, alivio. ¡Por qué habré dicho esa chorrada!
-¿Seguro?
-Eh...Si
Me miro extrañado
¡Joder, no me mires así que me pongo de los nervios!¡Cambia esa cara, por Dios!
-Esta bien
Suspiré aliviada y disimuladamente
-Mañana cojo el coche, tengo un viaje muy largo...
¿Cómo? ¡Ahi Dios!
Me puse verde
-Eh, vale
-No se a que hora vendré
¡Ah, si, muy interesante!¡Tío, cambia de tema que me duermo!
-Bueno, yo me voy a ir acostando-dije para no seguir con la conversación
-¿Ya? ¡Pero si no has cenado1
Bien Erin, ahora di algo que encaje
-Eh...no tengo hambre
Dije levantándome del sofá. Me dirigí al dormitorio.

[…]

Me desperté. ¡Dios, Marcos me apretaba demasiado los brazos con sus manos, me voy a ahogar! Estaba sudando de la calor. Intenté levantarme, pero nada. Me intenté girar y caí encima de él.
¡Ahi, Dios, mis mofletes! Obviamente, me había sonrojado. ¡Marcos se despertó! ¡Ahi, Dios, y ahora que digo! Me miró y también se sonrojó. Puf, momento incómodo.
-Eh, Marcos, yo, tu...
-Erin..ah..
Bloqueo mental :S
-Marcos...me..estabas..ahogando...y...yo...quería...
-Eh, si..lo..lo..lo siento..yo-Se rascó la nuca
Yo me intentaba mover del sitio, pero mis piernas no respondía.¡Qué fracaso TODO!
Marcos bajo sus manos a mis caderas
¡Dios, Marcos, que haces! Y seguía intentado mover mis piernas. ¿Qué mierdas me pasa?
Yo seguía con mis mofletes que ardían. Y el corazón me latía...Todo a su ritmo
Mis manos cogieron su cuello.
¿Qué hacer Erin? ¡Controlate!
Pero es que era irresistible. ¡QUÉ COJONES DICES ERIN! ¿QUÉ TE ESTÁ PASANDO?
¡Marcos, no te acerques a mi, por favor!
Marcos seguía con su ritmo. Subía sus manos desde mi cadera hasta la espalda y viceversa-
¿Cómo acabaría esto?

¡Si os ha gustado, comentad para más capítulos!

lunes, 21 de abril de 2014

Disculpen las molestias, por favor

Lectores, siento mucho no haber subido nada durante todo este tiempo. Tenía el ordenador roto y no podía hacer nada. Espero que os guste y que comentéis :))
Tengo que dar gracias, unas enormes gracias a Carlota García Rivas, ya que ella ha sido la que me ha inspirado en realizar esta novela. Besos desde aquí, Jaén, Carlota <3

Capítulo 3


Marcos se fue. Me senté en el sofá y cogí el teléfono. Llamé a su hermana, ya que vivía por esta zona y así podría hacer algo en vez de aburrirme.
*Llamada telefónica
-Martina al habla, ¿quién es?
-¿Martina me conoces?
-No
-Mira que...¡Soy Erin!
-¡Oh Dios Mío!¡Erin, que tal!¡Cómo te va la vida! Cuanto tiempo
-Oh, me va estupendamente, ¿tienes día libre?
-Si, ahora mismo estaba saliendo de casa, ¿quieres algo?
-Nada, es para poder ir a verte. Pero vamos, que si estas ocupada o vas a algún sitio, voy otro día y ya esta...
-Mira, ¿sabes donde está Cofee Show?
-Bueno...ya me buscaré la vida
-Vale, ve hacia allá, que ya llego yo
-Bueno, allí nos vemos
-Venga, ¡adiós guapísima!
-¡Adiós!
Dejé el teléfono en la mesita y fui corriendo a mi habitación. Cogí lo primero que pillé. Me puse una sudadera de *The Rolling Stones*, unos vaqueros rotos y unas Vans. Cogí mi móvil y me encontré las llaves del coche de Marcos. Dudé un momento en coger sus llaves. Las cogí y salí corriendo, con la mala conciencia de que había robado. Me monté y me dirigí en dirección a la nada, porque en realidad no tenía ni puñetera idea de donde ir. Después de 15 minutos buscando por todos sitios, encontré el Cofee Show. Desde la ventana veía a Martina. No sabía en realidad lo que había hecho, solo que la había cagado en ese mismo instante. Aparcando en frente del Cofee Show he hecho un rasguño en la parte de la puerta. Marcos se entera y me mata. Salí del coche y entré en la cafetería.

[…]
-Cariño, ¿y como que estás aquí?
-Me he venido a vivir con tu hermano
*Me miró extrañada*
-¿Cómo que estás viviendo con mi hermano?No te entiendo...
-Mal pensada..., estoy buscando a mi madre
-Aaaaahh!-dijo aliviada
-¿Cómo que aaahh?
-Nada, nada...¿Buscar a tu madre?Pensé que no te gustaría saber nada de ella
-No es eso...es que hace nada me he enterado de que mi madre me ha estado ocultando algo
-¡Venga ya!
*Asentí*
-Qué fuerte...-dijo echándose hacia atrás del sofá
Miré el reloj
-Bueno chica, que ya me tengo que ir, que es muy tarde
-Vale, te pago todo
-¡Martina!
-¿Qué he dicho?
-Yo me pago lo mío
-Encima que no nos veíamos desde hace unos 3 años...te debo algo
-Martina, no digas tonterías
-Nah, venga te pago como buena amiga que soy
-Esta vez te escapas
-Y todas las veces
*Reí*
-Venga adiós
-Adiós

Me dirigí al coche y vi a un vagabundo robando a una señora. La señora pedía auxilio. Me dirigí hacia la muchacha. Ayudé a la chica y me miró. No era una jovenzuela. Tendría unos cuarenta y pocos años. Me miró horrorizada y por unos momentos pensé que tendría algo en la cara. Cogí mi móvil y vi mi reflejo. Nada. Quité la pantalla del móvil de mi cara. Y vi a la mujer corriendo. Subí al coche y me dirigí a casa.

                                                             […]

Estuve pensando toda la noche sobre aquella mujer corriendo. Esa imagén vagaba por mi mente una y otra vez. Me sonaba bastante su cara, pero ¿quién es? Marcos llegó a casa y le miré. No estaba cabreado ni nada. Puf, ¿se habrá dado cuenta del rasguño? ¿Qué pasará si se lo digo?

viernes, 21 de marzo de 2014

Capítulo 2


Me desperté alarmada. Había tenido una pesadilla. Miré el despertador. Eran solo las 3:40 de la mañana. Miré a mi derecha. Marcos dormía plácidamente. Me levanté y me dirigí a la cocina. Abrí la nevera. ¡Qué raro que este hombre adulto no tenga leche en su casa!¿Sería alérgico? Me preparé un té. Encendí mi móvil. Nada. Me bebí el té y me dirigí a la habitación. Me volví a acostar. Mañana iba a ser un día muy largo.

{…}

Sonó el despertador. Eran las 8:15 minutos. Demasiado temprano para mi. Me levanté sin ganas y me dirigí a la cocina. Marcos me había preparado un par de huevos y beicon. Y un té. Me senté en la silla y Marcos en la suya. Estábamos frente a frente.
-Erin, ahora tengo que irme a trabajar, cuando llegue del trabajo nos pondremos manos a la obra
-¿Qué? ¿Marcos que hago yo ahora?
-Ponte una película o algo
Me puse seria.
-Marcos, como no encontremos a mi madre te juro que...
-Erin, es imposible encontrar a tu madre en una tarde por todo Estados Unidos
-Pero mi madre esta por algún sitio, y yo, yo necesito verla, hablarle, abrazarla...
-¿De verdad te gustaría ver a tu madre?¿Se te ha olvidado que te abandonó como un perro callejero?
*Oh, Dios Mío, tenía muchísima razón. ¿En realidad quería ver a mi madre?¿En realidad querría saber ese secreto? Aún así, no comprendo porqué me dejó. ¿Porqué lo hizo?*
Por mi cabeza bullían millones de preguntas sin respuesta.
-Marcos, no sé porqué me dejó. Por eso quiero verla
-¿Y si tu madre no te quiere ver?
-¡Qué negativo estás hoy! Ayer tenías ilusión por querer ayudarme y hoy no haces nada mas que darme la contraria ¿Qué te pasa, Marcos?
-Nada, estoy genial, como siempre. Solo que te recuerdo la realidad de tu vida
-Si, si, no he pedido tu opinión. ¡Vete ya que vas a llegar tarde!
Marcos cogió su chaqueta y me dio un beso en la mejilla
-¿Desde cuando me das besos?
-Desde ahora
-Tonto
-Gracias
-¡Llegas tarde!
-Adiós
-Venga, adiós

(…)

lunes, 17 de marzo de 2014

Capítulo 1


Como un lector más, pensarás que mi vida es como una cualquiera. Pues se equivoca bastante. Mi vida no eran de esas en las que una persona se caracterizaba por ser el mejor o el peor. Mi vida no estuvo llena de cariño maternal, pues mi madre había desaparecido cuando solo tenía 3 años. Mi padre tampoco quería saber nada de mi. Al poco tiempo, me enteré de que mi madre se había ido a Estado Unidos a formar una nueva familia con su novio. Esa noticia me resultó bastante melancólica. Me hubiera gustado que mi madre me criara. No comprendía porque me dejaron, supongo que simplemente porque no me querían o incluso mi madre no había previsto ese embarazo y por eso mi padre le había dejado. Nací una mañana de verano de 1995. Al poco tiempo, mi madre perdió todo el interés conmigo y un miércoles de lluvias torrenciales me abandonó. No sabía hacia donde ir, que hacer en ese callejón oscuro y húmedo. Pero por suerte, una linda mujer de ojos verdes y pelo castaño me recogió de ese infierno y me llevó a su casa, en la que me estuvo criando unos 13 años. Si, querido lector, como usted ha contado bien tengo 19 años. Y pensará “¿Por qué no olvida el pasado y piensa en el futuro?” Si usted tiene tantas ganas de saberlo es porque hace unos 3 meses me enteré de que mi supuesta madre me había estado escondiendo un gran secreto y para poder descubrirlo debía viajar al país natal de mi madre, encontrarme con ella e intentar sacarle información. MI viaje no iba a ser nada fácil, pero las ganas de descubrir ese gran secreto que me comen por dentro no dejan de bullir pensamientos sobre mi cabeza, haciendo que me vuelva loca. Y esa misma mañana, sobre las 6:30 horas me despedí de mi queridísima madrastra y me dirigí hacia el aeropuerto. Cuando llegué allí, metí las maletas en donde se registran y sonó mi vuelo. Cogí mi pasaporte y me dirigí hacia el avión. Una vez allí, cogí mis auriculares y me puse a escuchar un poco de música tranquila. Un hombre de unos 40 años, me preguntó algo. Me quité un auricular.
-Perdona, ¿puedo sentarme?-dijo señalando mi bolso
De repente, me di cuenta
-Ups, lo siento señor. Discúlpeme
-No pasa nada. Me encanta tener compañía en los vuelos. Soy Greg
-Encantado Greg, mi nombre es Erin
-Bonito nombre
-Gracias
-Bueno, hacia que lugar de Estado Unidos se dirige
-Prácticamente no lo sé, voy a buscar a mi madre
-Pequeño fallo señorita, que piensa hacer una vez que llegue hacia su rumbo
-Iré hacia la casa de un primo de mi amiga y ya nos la apañaremos
-Ah, eso es otra cosa
*Sonreí*
La gran parte de la trayectoria estuvimos sin hablar, ya que me puse mis auriculares y el estaba ocupado con su Tablet organizando cosas de su oficina.

{…}

Llegué hacia el aeropuerto de Estados Unidos, donde me esperaba Marcos. Le abracé y nos montamos en un taxi. Marcos había cambiado mucho. La última vez que lo vi tenía 18 años. Ahora es un adulto maduro. Marcos me pilló mirándole y me sonrojé. Era muy atractivo este hombre, la verdad. Un hombre moreno con ojos azules. Llegamos a su piso y dejé mis maletas en la habitación. Bueno, en nuestra habitación, porque no había más. La verdad, es que no me gustaba nada dormir con un hombre. Nunca había dormido con un hombre y menos con Marcos.


Introducción


Pasado, presente y futuro
Dedicado a Carlota García, por inspirarme en esta gran historia y por ser como eres.

Erin no es una chica cualquiera, no tuvo una buena vida. Su madre biológica la abandonó con unos 3 años. Erin, con unos 19 años, descubre que su madre le ha estado escondiendo un gran secreto y viaja a su país natal para averiguarlo. ¿Quieres acompañarnos en esta magnífica historia, señor lector?